Las calderas de biomasa utilizan la energía procedente de combustibles naturales como los pellets de madera, cáscaras de frutos secos o residuos forestales para generar calefacción y agua caliente. A continuación vamos a hablarte sobre las ventajas e inconvenientes de la biomasa.
Qué es la calefacción de biomasa
Una caldera de biomasa se caracteriza por ser un sistema de calefacción eficiente que tiene la capacidad de producir agua caliente sanitaria. Al utilizar energías naturales se convierte en una opción más económica y respetuosa con el medio ambiente.
El uso de este tipo de energía se ha ido extendiendo en los últimos años. En lugar de usar combustibles tradicionales como el gas natural o gasoil, se apuesta por la biomasa. Este tipo de residuo orgánico entra dentro de las energías renovables.
¿Por qué razón debemos instalar una calefacción de biomasa? ¿Qué aspectos debemos tener en cuenta? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que queremos resolver en este post.
Ventajas e inconvenientes de la calefacción de biomasa
Una calefacción biomasa podría parecer una tecnología moderna, pero debes saber que es una manera tradicional de obtener calor, tal como se hacía miles de años atrás.
Ventajas
La introducción de la estética aporta, sin duda alguna, un gran número de ventajas que enumeramos a continuación.
Precio competitivo
Utilizar una caldera de biomasa nos permite ahorrar bastante dinero, sobre todo a largo plazo. Cualquier combustible que depende del mercado internacional tiende a incrementar su precio. Esto no sucede con la biomasa, ya que utiliza recursos locales para funcionar.
Energía inagotable
La calefacción biomasa emite CO₂ neutro durante su combustión. No se produce el efecto invernadero, por lo que se respeta el medio ambiente y, además, la regeneración de los recursos es mucho más rápida. Esto la termina convirtiendo en una fuente de energía inagotable.
Eficiencia energética
Finalmente, cabe señalar su enorme eficiencia energética. Si hacemos una comparativa con el gas natural o gasoil, el consumo podría reducirse, incluso, a la mitad. Además, su mantenimiento no tiene complejidad y es una opción muy segura.
Inconvenientes
Esta fuente de energía también presenta algunos inconvenientes que debemos valorar antes de decantarnos por algún tipo de los que ofrece el mercado.
Menor rendimiento
El rendimiento es mucho menor en comparación con otro tipo de calderas que usan combustibles fósiles. Por ejemplo, las calderas de pellets necesitan el doble de material combustible para producir la misma cantidad de energía.
Mayor espacio para el almacenamiento
La biomasa de menor densidad necesita de mayor espacio para el almacenamiento del combustible. Para un consumo anual, podríamos llegar a necesitar tres veces esta cantidad. Asimismo, debemos valorar que en la zona geográfica en la que vivimos sea posible conseguir la biomasa con facilidad.
Coste de instalación elevado
La instalación no es nada compleja, sin embargo, sus costes son más elevados al inicio. Este gasto se verá amortizado a largo plazo, una vez que reduzcamos el consumo.
En resumen, hemos comprobado que tras la lectura del artículo, instalar una caldera de biomasa es apostar por las energías renovables y un sistema de calefacción eficiente para tu bolsillo y para el planeta.
