Los techos son una de las zonas de los inmuebles más olvidadas a la hora de la limpieza. Más todavía en lugares como oficinas, comercios o centros de trabajo, donde la actividad diaria impide dedicar un tiempo extenso a la limpieza.
La limpieza de techos dependerá de los tipos de techos, el material, la altura y otra serie de condicionantes que pueden facilitar o dificultar la tarea. Es importante saber qué tipo de productos e instrumentos utilizar en cada caso para que el techo luzca limpio y sus materiales no se deterioren
Cómo limpiar techos según el tipo de material
En espacios de trabajo, la mayoría de techos no son de pintura, sino de azulejos, madera o incluso aluminio. Estos son algunos consejos sobre cómo limpiar los techos de manera sencilla y efectiva dependiendo del tipo de superficie:
Techos de pintura
Este material es el más habitual en los techos de casa. Con el tiempo, las superficies amarillean y acumulan polvo y malos olores. La limpieza de estos tipos de techos es sencilla: basta con pasar un trapo seco con ayuda del mango de una escoba o fregona.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de pinturas no son lavables, por lo que es imprescindible que el suelo esté seco para no causar desperfectos.
Techos de azulejo
Muy habituales en cocinas profesionales. El jabón de pH Neutro es uno de los más interesantes aliados en este caso. Se puede aplicar con un paño húmedo amarrado al mango de una escoba.
En ocasiones, los excesos de grasa se acumulan en el techo y es necesario eliminarlos. En estos casos se recomienda el uso de maquinaria como hidrolimpiadoras y generadoras de vapor, que son las más indicadas para eliminar los restos más difíciles.
Techos de cristal
Muy presentes en oficinas o zonas comerciales, los techos de cristal son tan impresionantes como propensos a ensuciarse. La limpieza de ellos debe de ser como con cualquier tipo de cristal: un líquido limpiacristales antivaho es la mejor opción disponible para dejar estos techos brillantes y como nuevos.
Techos de aluminio
Cada vez más populares, los techos de aluminio en tonos claros son una opción moderna y llena de estilo utilizada por los profesionales del diseño. ¿Cómo limpiar techos de aluminio blanco?
Es un material delicado, pero que si se trata bien puede ser una de las opciones estéticas del futuro.
El principal consejo es realizar su limpieza con esponjas (no trapos) y un detergente suave que no dañe de ningún modo al aluminio con ningún componente abrasivo. El mejor modo de aplicarlo es a mano subiéndose a una escalera.
Una vez realizada la limpieza, es conveniente secar todo el techo bien. Para ello, los profesionales en el cuidado de este tipo de superficies recomiendan utilizar papel absorbente.
Si aparecen manchas difíciles cuando estamos haciendo limpieza de techos, siempre se debería optar por una solución de vinagre blanco, agua y bicarbonato. De este modo se retirarán todos los excesos de grasa sin perjudicar un material delicado y estéticamente llamativo.
