Como bien sabemos, la ventilación es imprescindible en cualquier estancia o edificio en el que permanezcamos. En la actualidad, los edificios disponen de sistemas de aislamiento térmico para impedir que el aire se introduzca de forma indeseada. Es una forma de lograr una mayor eficiencia energética y mejores condiciones de habitabilidad. Para ello se necesita de sistemas que garanticen la renovación del aire, ya sean soluciones de ventilación natural u otras.
Por lo tanto, se podría decir que la ventilación natural es un fenómeno que no se puede controlar cuando se pone en funcionamiento. La principal ventaja es que no tiene ningún coste energético, por lo que es totalmente ecológico.
Beneficios de la ventilación natural
El objetivo principal de la ventilación natural es la de generar un mayor confort. Se trata de una ventilación pasiva que no necesita de elementos mecánicos. Entre sus principales beneficios destacamos los siguientes:
- Su consumo energético es totalmente reducido.
- Es un sistema muy fácil y económico de instalar.
- El cuerpo humano se encuentra mucho mejor ante este tipo de ventilación.
Qué es la ventilación cruzada y forzada
Existen diferentes técnicas en la ventilación natural que ayudan a potenciar o aprovecharla mucho mejor.
Ventilación cruzada
La ventilación cruzada es capaz de generar corrientes naturales de aire dentro de una vivienda para permitir su renovación. Al mismo tiempo se mejorarán las condiciones climáticas de la misma.
Para conseguir tal efecto, se tiene que abrir una ventana en la fachada donde más sople el viento, y otra en el lado totalmente opuesto. Esto posibilitará que el aire circule para crear una corriente de aire interior que permita mantener más fresca la vivienda, a la vez que reducir los consumos de aire acondicionado.
Un gran número de edificios incorporan este sistema de ventilación que incluye la eficiencia energética. De hecho, se utiliza frecuentemente en la arquitectura bioclimática.
Ventilación forzada
Cuando la ventilación no es suficiente para renovar el aire interior, la ventilación forzada se presenta como la alternativa para la climatización doméstica o industrial.
Este tipo de ventilación funciona con energía eléctrica y extrae el aire del espacio en cuestión.
El término de «forzada» es muy oportuno, puesto que para absorber y expulsar el aire en temporadas de verano se precisa de una tecnología específica como puedan ser los extractores o cajas de ventilación. Entre los beneficios destacamos:
- Mejoría de la climatización del ambiente.
- Se extrae el aire viciado, los gases, humos, partículas y polvo en suspensión.
- Hay una mayor provisión de oxígeno en las diferentes estancias.
¿Qué puedes hacer para conseguir una ventilación forzada? Simplemente se debe usar algún equipo que proporcione energía con el objetivo de conseguir un flujo de aire.
La ventilación forzada es capaz de combatir la humedad y se concibe como una inversión segura para la salud, favorece un mayor ahorro económico y mucho mayor confort. Asimismo, ayuda a generar un entorno agradable ya sea en un taller, oficina, vivienda o instalación industrial.
En resumen, la ventilación natural se caracteriza por la distribución más eficiente del espacio de trabajo con la apertura de los ventanales para que circule el aire. Esto genera mejoras en las condiciones de habitabilidad.