Cuando el verano toca a su fin, nos olvidamos del aire acondicionado que tan necesario se nos hizo durante los meses más calurosos. En el invierno, nuestra atención se pone en la calefacción. Aunque el aire acondicionado en invierno se puede utilizar en naves grandes o espacios industriales, lo normal es optar por un sistema de calefacción que mantenga las estancias a una temperatura media de 20 a 22 °C para conseguir un ambiente confortable y saludable.
No obstante, se hace fundamental el mantenimiento del aire acondicionado para garantizar al aparato una vida útil mucho más larga. El equipo debe funcionar adecuadamente cuando lo volvamos a necesitar y, por eso, hay que preocuparse de evitar la aparición de posibles averías.
Mantenimiento del aire acondicionado durante el invierno
El aire acondicionado y el mantenimiento van de la mano. Hay que hacer una supervisión de la instalación para verificar su rendimiento. Asimismo, hay que comprobar que no haya salidas que obstruyan o fugas de refrigerante.
Para conseguir dicho objetivo hay que limpiar de forma periódica los filtros de aire acondicionado y el desagüe. Esta acción no solo evitará que la suciedad se acumule, sino que haya un mayor consumo energético.
Estos son algunos de los pasos que debes seguir para garantizar que el equipo vuelva a funcionar cuando realmente lo necesitemos. No es una tarea tediosa, más bien es algo sencillo y fácil de hacer, que además nos ayudará a mantener el aparato en óptimas condiciones.
Limpiar los filtros de aire acondicionado
Los filtros absorben las partículas de polvo y otros gérmenes, evitando que lleguen al ambiente y así poder mantener el aire limpio. La suciedad disminuye la potencia y el rendimiento del equipo, e incluso puede llegar a dañar el compresor. Por este motivo, es conveniente realizar una limpieza periódica por lo menos una vez al año.
Limpieza del desagüe
La utilización del equipo de aire acondicionado en modo frío hace que dentro de la unidad interior se produzca un proceso de evaporación que acumula gotas de agua. Debe limpiarse para evitar malos olores, la aparición de bacterias o diferentes averías. Por esa razón, hay que proceder a limpiar el desagüe o cambiarlo si está en mal estado.
Limpieza general de la unidad interior
Es necesario mantener el correcto funcionamiento en los meses más fríos del año y evitar la proliferación de bacterias. Pero también hay que mantener la buena estética del aparato y limpiar la unidad interior con productos que no sean abrasivos y dañen el equipo.
Evitar las fugas
Finalmente, cabe destacar la importancia que tiene revisar el equipo y evitar que no se produzcan fugas del refrigerante. Lo mejor es que un profesional cualificado que tenga el certificado de manipulación de gases fluorados realice esta operación.
En resumen, si detectas malos olores debes saber que es señal de que hay que mejorar el mantenimiento del aire acondicionado. Por lo general se produce por la acumulación de bacterias en los intercambiadores, o bien por la suciedad y polvo en los diferentes filtros.
