Nada mejor que la comodidad de un espacio caliente cuando llega el frío. Elegir uno de los sistemas de calefacción a los que podemos acceder nos proporciona confort y bienestar. Una elección que dependerá principalmente de aspectos como la ubicación, tamaño, climatología, aislamiento y fuente de energía.
Los diferentes tipos de calefacción se categorizan según la fuente de donde procede el calor o la fuente de energía. En función de ambas se tendrán en cuenta sus características, necesidades y presupuesto para elegir la que más nos conviene.
Tipos de calefacción y sus características
Como bien sabemos, el ser humano es uno de los seres vivos que no dispone de pelaje para poder protegerse del frío. Desde la prehistoria hasta el día de hoy, ha utilizado los medios con los que cuenta para calentarse en las estaciones más frías. El fuego, el hipocausto, la gloria, la estufa de leña hasta llegar a los sistemas más modernos y novedosos del mercado son parte de este recorrido histórico.
Calefacción eléctrica
La calefacción eléctrica conlleva una instalación simple, un mantenimiento sencillo y es altamente segura. Se trata de una de las formas más habituales de calentar el hogar.
Este tipo de calefacción la podemos encontrar en diversos sistemas y no requiere el consumo de oxígeno para su funcionamiento. Además, se caracteriza por ser una energía libre de gases contaminantes. Por lo tanto, se puede decir que es un sistema respetuoso con el medio ambiente, confortable y económico.
- Radiadores eléctricos.
- Suelo radiante.
- Termos AC.
- Bomba de calor.
Calefacción de gas
Estamos ante uno de los sistemas de calefacción más usados y demandados por los españoles. Se ha ganado la confianza por su eficacia, limpieza y por ser un gas no contaminante.
En el mercado, encontramos las siguientes variedades: el gas natural o gas ciudad y el gas propano o gasóleo C. No obstante, cualquiera de estas opciones requiere el uso de radiadores para repartir el calor homogéneamente por la casa.
Calefacción de biomasa
Las calderas de biomasa usan la energía de combustibles naturales como los pellets de madera, residuos forestales o cáscaras de frutos secos. Por esa razón, se la considera la más ecológica del mercado y puede generar calefacción y agua caliente en una vivienda.
La selección de la caldera, su sistema de almacenamiento, transporte y manipulación están condicionadas por el tipo de biomasa que use. Algunas de estas calderas permiten quemar más combustible que otras y, de hecho, cabe diferenciar entre calderas para combustibles secos y húmedos.
Aerotermia
La aerotermia es una de las tecnologías más modernas capaz de extraer hasta un 77 % de la energía del aire. Se utiliza para calentar agua en invierno y aportar calor o refrigeración tanto en verano como en invierno. Se puede decir que es una gran inversión, ya que nos permite disponer de agua caliente sanitaria con la máxima eficiencia energética.
En definitiva, elegir el mejor sistema de calefacción dependerá del tamaño de la casa u oficina, su orientación, el aislamiento y el precio de la energía. Sin olvidar, la palabra clave eficiencia acompañada del ahorro energético.