In Climatización

Cómo está configurado el ambiente de la sala donde nos encontramos depende de distintas variables entre las que se cuentan la temperatura, el nivel de luminosidad y, también, la humedad del espacio.

Lograr los puntos óptimos en todas estas variables es imprescindible para que una persona se encuentre bien, y si se trata de un espacio de trabajo como una oficina, un comercio o una fábrica, rinda lo máximo posible.

De todas estas opciones, la humedad relativa es una de las que menos se controla, pese a ser importante en cuanto al estado de bienestar de los individuos. Saber qué es la humedad relativa y la diferencia entre humedad absoluta y relativa es imprescindible para poder controlar el nivel de una estancia y poder modificarlo gracias a la ayuda de humidificadores y deshumidificadores.

Qué es la humedad relativa

La humedad relativa se entiende como la cantidad de humedad que hay en una estancia con relación a la que habría si el aire estuviera completamente saturado de humedad. Por tanto se expresa como un porcentaje.

Si se indica que la humedad relativa de una habitación es del 50 %, esto quiere decir que la mitad del espacio de la habitación es húmedo, mientras que el otro 50 % sería un ambiente seco.

Para entenderlo más fácilmente se puede pensar en una estancia como en un vaso de agua. Si el vaso está medio lleno, la humedad relativa de esta estancia sería del 50 %, puesto que la otra mitad estaría lleno de aire sin humedad.

Si la temperatura sube, el nivel de agua se reduce; y si la temperatura baja, lo que ocurre es justo lo contrario respecto a la humedad relativa.

Qué es la humedad absoluta

La diferencia entre humedad absoluta y humedad relativa es que la absoluta mide la cantidad total de vapor de agua en un espacio. Por tanto, no se fija un porcentaje respecto del espacio total, sino que se mide en gramos de vapor de agua por metro cúbico de espacio libre en la estancia.

Es un indicativo que puede resultar importante en algunos casos, pero que desde el punto de vista del bienestar físico de las personas que trabajan en un determinado lugar no tiene tanta importancia como la humedad relativa.

Por qué es importante tenerlas en cuenta

La humedad relativa ideal de una estancia tiene que situarse en un nivel de entre el 50 y el 60 por ciento.

Con el verano las temperaturas suben, y esto puede reducir el nivel de humedad del aire. Esto tiene repercusiones negativas en las personas: se generan más problemas de alergias, las vías respiratorias se resecan y la sensación de cansancio aumenta.

Para corregir esto, se pueden usar humidificadores, unas máquinas que lanzan al ambiente vapor de agua para equilibrar el nivel de humedad relativa de cualquier estancia.

En invierno y en climas muy húmedos ocurre justo lo contrario: el nivel de humedad se puede elevar demasiado, generando también repercusiones negativas. La maquinaria utilizada en este caso es el deshumidificador, que reduce la humedad relativa condensando las partículas de agua del aire.

 

Sin duda, controlar la humedad relativa del espacio de trabajo es algo imprescindible para que todos los trabajadores y clientes puedan sentirse cómodos y actúen de manera eficiente. Estos aparatos son ideales para este control exhaustivo de la humedad relativa del aire.

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