Por qué se cambia la hora: ¿motivos energéticos?

Todos los años, cuando llega el mes de octubre y se aproxima el cambio de hora, surge el mismo debate. Oímos en muchos sitios la misma pregunta: ¿por qué se cambia la hora? Y es que este es un tema que despierta pasiones encontradas. Aunque hasta hace algunos años era algo que se tenía asumido e interiorizado por la mayoría de las personas, cada vez son más los que se muestran críticos con el mismo. Se considera que es un tema que ya debería estar superado y que no responde a los motivos de ahorro energético que proponían hace un siglo.

Por qué se hace el cambio de la hora

Pero ¿por qué se cambia la hora? El origen del cambio de horario tenemos que buscarlo en la historia. Aunque el político e inventor norteamericano Benjamin Franklin habló de los beneficios de levantarse más temprano para aprovechar más la luz del sol y ahorrar velas, no llegó a proponer que se dictara una norma que fijase un cambio de horario. Sería más de un siglo después, cuando varias voces autorizadas (George Hudson en 1895, William Willett en 1907 en Inglaterra) abogaran por establecer un cambio de horario en verano para aprovechar mejor la luz del sol.

La primera ciudad que hizo un cambio de horario fue Ontario (Canadá) en 1908. Pero sería a partir de la Primera Guerra Mundial cuando el horario de verano se impuso en muchos países de Europa y América, con el objetivo de ahorrar energía aprovechando más la luz del sol.

Cuándo se realiza el cambio de horario

En la Unión Europea el cambio de horario se realiza el último fin de semana del mes de octubre, en la madrugada del sábado al domingo. En esta fecha, los relojes se atrasan una hora. Cuando son las tres de la mañana, por decisión política, se retrasan una hora y vuelven a ser las 2:00.

No obstante, a raíz de una encuesta realizada en 2018 por la Comisión Europea que demostró que un 85 % de los europeos estaban en contra del cambio artificial de horario, se propuso una modificación legal para eliminarlo. Aunque, en teoría, se tendría que haber finalizado con esta práctica en 2019, la decisión se ha retrasado. Hasta 2021 no se someterá a debate y votación en el Parlamento Europeo.

El cambio de horario puede tener sus ventajas. En invierno, por la tarde, anochece más tarde, con lo que podemos aprovechar más la luz del sol. Sin embargo, lo que ganamos por la tarde, lo perdemos por la mañana. En muchos lugares de Europa, nos incorporaremos al trabajo o los colegios cuando aún es de noche.

Además, el cambio de horario supone una alteración biológica en muchas personas. Por otro lado, el supuesto ahorro energético también está siendo muy cuestionado, porque por la tarde ahorraríamos energía porque tenemos que encender las luces más tarde, pero este ahorro se pierde por la mañana, ya que tenemos que encender las luces antes. Si las ventajas no están claras y hay tanta gente en contra, ¿por qué cambiamos la hora?, te preguntarás.

A estas alturas, entender por qué se cambia la hora puede ser más una cuestión de continuar con una inercia histórica de esas que cuestan revertir, además de tener unas hipotéticas ventajas medioambientales que no están nada claras.