Para una buena distribución del aire, son claves las rejillas del aire acondicionado. Estos terminales se caracterizan por ser unos elementos situados en las estancias y sirven para extraer el aire. Su función es vital para proteger el aparato y evitar que se pueda acceder al conducto.
El aire que se expulsa debe distribuirse de la forma homogénea, por lo que el diseño de las lamas es clave para lograr una correcta funcionalidad. Además, el aire no puede ser impulsado a velocidades elevadas que causen problemas e incomoden a los usuarios de una oficina o nave industrial.
Tipos de rejillas para aire acondicionado
Es importante conocer los diferentes tipos de rejillas de aire acondicionado que existen, así como sus posibles usos.
Rejillas de impulsión de aire
Este tipo de propuesta incluye dos tipos de lamas integradas. Unas dirigen el aire de arriba o abajo, en horizontal, y las otras, lo hacen de izquierda a derecha, en vertical.
Rejillas de retorno de aire
Esta propuesta es mucho más simple que la anterior, puesto que no necesita orientar el aire a ningún lugar concreto. Básicamente, lo que se pretende es evitar que se vea el falso techo. Para tal fin, se usan unas lamas horizontales que están casi cerradas.
Rejillas motorizadas
Esta rejilla de aire acondicionado se usa para climatizar de forma individual cada habitación. El objetivo es que cada lugar tenga una temperatura diferente porque cada rejilla está conectada a un termostato individual. Por lo tanto, los grados pueden variar en función de la estancia.
Difusores de aire
Los difusores de aire se sitúan en los techos y cuentan con diferentes modelos y tamaños. Se pueden encontrar soluciones muy sencillas, que simplemente dejan pasar el aire, hasta opciones que controlan la humedad.
Para qué sirven y dónde se colocan
Un buen cálculo de rejillas de aire acondicionado permite una ventilación natural. Esto es necesario para que exista un movimiento continuo del aire y evitar que los olores se queden concentrados o la humedad se disperse.
Su funcionamiento es muy sencillo. Realmente, el aire entra por los conductos que están situados en las estancias secas, y después sale por la cocina o el baño, zonas más húmedas.
Colocación de las rejillas de ventilación
Las rejillas de ventilación deben estar repartidas en diferentes puntos para que el aire circule mucho mejor. De esta forma, las rejillas de entrada estarán situadas en la parte más alta de las ventanas, mientras que las de salida, se encuentran en el techo.
Para conseguir una buena ventilación en cada una de las habitaciones, lo mejor es recortar los bajos de las puertas un 1,5 cm para garantizar que el aire viciado sale hacia el exterior.
Pero si las dimensiones no lo permiten, la solución pasaría por instalar dos rejillas de ventilación a distintas alturas. Una estará colocada a medio metro del suelo y, la otra, en la parte alta de la pared.
En resumen, la posición de las rejillas de ventilación del aire acondicionado favorecen una estancia mucho más agradable y la ventilación de forma natural para así evitar que los olores se queden concentrados.
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