In Climatización

Al adquirir e instalar un aire acondicionado, sobre todo cuando se trata de espacios grandes de trabajo como oficinas o factorías, es importante tener en cuenta algunos aspectos técnicos del aparato para que su funcionamiento sea eficiente.

Una de las cosas a las que mayor atención hay que prestar es a los tipos de compresores de aire acondicionado. Se trata de una parte fundamental para el funcionamiento de estos sistemas de climatización, y dependiendo del tipo de compresor se podrán esperar unos resultados en el día a día.

Antes de decidirse por los mejores tipos de compresores, hay que entender muy bien qué es un compresor de aire acondicionado, qué importancia tiene en el trabajo del aparato y para qué sirve. Tener todo esto claro ayudará a elegir el mejor sistema de climatización por aire acondicionado.

Qué es un compresor de aire acondicionado

Aunque no todo el mundo tiene claro qué es, el compresor es una de las piezas fundamentales del funcionamiento del aire acondicionado. En pocas palabras, el compresor se encarga de comprimir el gas refrigerante que circula dentro de la máquina.

Gracias a este proceso se puede llevar a cabo el intercambio de calor dentro de los motores del sistema. Así, sin un buen compresor, el gas no puede cambiar de estado (de gas a líquido) y, por tanto, la maquinaria solo movería el aire, pero no lo podría enfriar de ningún modo.

Tipos de compresores para aire acondicionado

Existen distintos tipos de compresores. Aunque básicamente todos ellos realizan el mismo trabajo, cada uno de ellos logran sus objetivos de un modo distinto y está indicado para un uso concreto:

Compresor hermético

Los compresores herméticos son los adecuados para instalaciones en pequeños espacios o bien en aparatos a los que no se les va a exigir demasiado trabajo.

El funcionamiento del compresor hermético es sencillo: está refrigerado por el líquido refrigerante que se encarga de manipular, es de menor tamaño y se instala dentro de las consolas.

Compresor semihermético

Adecuado para aquellos aparatos de aire que tienen que trabajar para responder a una mayor exigencia que los compresores herméticos, los compresores semiherméticos suelen colocarse dentro de un recipiente estanco y a presión, pero separado del resto de la maquinaria.

De este modo, se puede acceder a ellos más fácilmente en caso de reparaciones.

Hay dos tipos de compresor semihermético: enfriados por aire y enfriados por aspiración, que son los más potentes.

Compresor abierto

El tercer tipo de compresor es el abierto. Adecuado para los aparatos más exigentes en cuanto a potencia, están instalados de manera que se pueda acceder a ellos sin problemas ante cualquier avería o revisión.

Por contra, su instalación es algo más compleja, puesto que suelen presentar algunos problemas de vibraciones que precisan de alineación y tensión de las correas que se utilizan para realizar la transmisión.

 

La elección del compresor ideal depende de las características de la instalación, el trabajo que se le vaya a solicitar al aparato y el espacio que debe climatizar. Optar por uno de los distintos tipos de compresores estará marcado por estas tres variables que es necesario estudiar antes de decidirse por un aparato en concreto.

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