In Climatización

Todos sabemos que los cambios bruscos de temperatura afectan negativamente a nuestra salud. Cuando el organismo no se adapta de forma gradual puede ser sujeto de ciertas enfermedades, sobre todo cuando llega el frío.

Por ese motivo, se recomienda ambientar los espacios con temperaturas entre los 24 y 27 grados y mantener la humedad ambiente con la función ventilación o un buen humidificador.

Lo mejor es ser previsor y prepararnos con tiempo para la llegada del otoño e invierno. Lo ideal es adecuar la vivienda para un rendimiento energético óptimo con buenos equipos de climatización para evitar temperaturas extremas.

Problemas de los cambios bruscos de temperatura

Resfriados, cansancio, dolores de cabeza son algunas de las dolencias más típicas cuando llega el frío. Los cambios de temperatura bruscos afectan a nuestro sistema inmunológico. ¿Qué pasa cuando pasamos del frío al calor en poco tiempo? Simplemente, se produce un desequilibrio y nuestro cuerpo debe adaptarse a la nueva situación.

Los virus nos acechan. No olvides que los gérmenes son oportunistas y aprovechan cualquier momento de debilidad para atacar. Por ese motivo, si las defensas están bajas, hay más probabilidades de tener problemas respiratorios o cardiovasculares.

Para mayor información, nuestro organismo localiza el cambio brusco de temperatura y cierra las arterias y las venas produciendo una vasoconstricción. Esto genera una mayor tendencia a tener anginas, infartos y trombos según explican los facultativos. De hecho, por cada 5 grados de oscilación térmica, el riesgo de infarto se incrementa un 5 %, según los estudios realizados.

Consejos para que no nos afecten los cambios de temperatura

¿Cómo podemos prevenir las consecuencias de los cambios de temperatura? Es muy importante estar bien hidratados, y más aún en los días más fríos. Además, la alimentación debe ser la adecuada y hay que tomar alimentos más energéticos para que el organismo pueda subir la temperatura corporal. No obstante, te ofrecemos algunos consejos que debes tener en cuenta.

  • Pasar más tiempo al aire libre. Independientemente de que haga sol o esté nublado, el cuerpo tiene que ir adaptándose poco a poco a los cambios atmosféricos. Así evitarás volverte hipersensible a las variaciones del clima.
  • Ducha fría y caliente. Las duchas alternas con agua fría y caliente son magníficas para reforzar la capacidad de adaptación durante los cambios de tiempo.
  • Calor en las articulaciones. El calor ayuda a reducir las molestias en las articulaciones. Es bueno usar un saquito de semillas o bolsas de agua caliente.
  • Utiliza un ionizador. Es una manera de generar iones negativos que ayudan a mejorar la calidad del aire doméstico. Lo debes usar para facilitar la relajación y prevenir los posibles dolores de cabeza e insomnio.
  • Aislar bien el hogar. Es conveniente conservar la temperatura de la casa al máximo y evitar cualquier tipo de corriente. Lo mejor es dejar entrar el calor del sol, sellar bien las ventanas e instalar juntas en las puertas que dan al exterior.

 

En resumen, un cambio brusco de temperatura afecta a nuestro organismo por la falta de adaptación. Por ese motivo, lo mejor es prepararse ante los meses y estaciones más frías del año.

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